Ángel decide volver a su ciudad natal. En un parador de la ruta conoce a Dora, y ambos entablan conversación, pero su relación no terminará ahí. Una vez instalados en la misma ciudad, Angel consigue un trabajo como remisero que lo llevará a reencontrarse con Dora. La atracción que ambos sienten continúa, a pesar de que Angel descubre que Dora es la mujer de su jefe, un ex policía hecho en la calle, dado a súbitos arranques de violencia.