Scruff descubre un pequeño zapato de cristal enterrado entre la nieve. Parece el zapato perdido de una cenicienta, por lo que decide buscar a su propietaria para descubrir quién fue la Cenicienta de Navell. Al mismo tiempo, nuestro perrito es testimonio de las múltiples obligaciones que se ha buscado su amo Luís para estar ocupado en la noche de Carnaval. Es como un impulso que le coge todos los años para evitar a toda costa tener que disfrazarse y asistir al baile. ¿Por qué? Iremos descubriendo sus motivos junto a Scruff a lo largo de este divertido largometraje.