Como Geoff continúa pasando mucho tiempo lejos de Joanna y el bebé para enfocarse en su carrera, los sentimientos de resentimiento y abandono comienzan a desarrollarse dentro de Joanna, que se fortalecen día tras día, semana tras semana. Para empeorar las cosas, la casa comienza a susurrarle, alimentando su paranoia y sentimientos de incomodidad. Cuando Joanna encuentra un diario perdido en el departamento escrito por una mujer que pasa por las mismas cosas, la presión aumenta hasta un punto de ebullición y el espectador no se pregunta cuándo explotará, sino qué forma tomarán estos sentimientos reprimidos cuando de repente se suelten.