Harry (Colm Meaney), un viudo amargado, vive con su hijo Gus (Cillian Murphy) en un pequeño pueblo irlandés. Harry odia a todos sus vecinos, sobre todo a George (Adrian Dunbar), el propietario del periódico local. Su resentimiento lo lleva a urdir absurdas tácticas de venganza, que acaban amenazando la relación con su pacífico hijo.