Julián Santaella tiene 23 años y es un artista queer de Tenerife con un pasado emocional complejo. Está aprendiendo a valerse de la narrativa audiovisual como método para ordenar un mundo caótico y tantas veces siniestro. Santaella estudió periodismo y comunicación audiovisual en Madrid, donde comenzó, por fin, a expresarse libremente.