Ding Gewei estaba triste y triste, salió corriendo de la comunidad, soportó la angustia junto al puente y grabó un video para la anciana. Hablaba de manera familiar, pero sus ojos estaban llenos de lágrimas calientes, después de apagar el teléfono. Comenzó a llorar amargamente, caminaba de un lado a otro, y hasta pensó en saltar del puente para suicidarse, pero no se atrevía, no podía entender por qué su joven vida tenía fiebre en este nudo.