El embarazo de Morgane interrumpe su vida diaria, pero todavía tiene que volver al trabajo. Alexandra Collet, de 42 años, una madre que se queda en casa profundamente conectada con su hijo con discapacidad auditiva, es encontrada muerta por su marido. La investigación da un giro diferente cuando los detectives descubren que la víctima llevó una doble vida como traficante de drogas.