El 17 de julio de 2007, el vuelo 3054 de TAM Airlines se salió de pista mientras aterrizaba en el aeropuerto de Congonhas y se estrelló a alta velocidad contra un depósito cercano a una gasolinera, matando a 187 personas en la aeronave y a 12 en tierra. Uno de los inversores de empuje de la aeronave estaba inoperativo y el piloto tenía el motor sin el inversor con la potencia al máximo y el otro al mínimo, causando la pérdida del control.