El 11 de julio de 1991, dos neumáticos mal inflados se reventaron durante el despegue del vuelo 2120 de Nigeria Airways, iniciando un incendio en el tren de aterrizaje. La tripulación, desconociendo la situación, retrajo el tren de aterrizaje haciendo que el fuego se propagara al interior. La tripulación intentó volver dificultosamente al aeropuerto, pero la aeronave sufrió una ruptura y se estrelló a cerca de 3 kilómetros de la pista, matando a las 261 personas a bordo.