Con 17 años, Nathan es una estrella del deporte que haría cualquier cosa para jugar al baloncesto profesional. En una ocasión que Nathan habló con el Administrador Marvin, consigue un gran partido contra un jugador desconocido que promete poner en lo más alto a Nathan fácilmente. Lo que a Erin, su hermano menor, le parece que es demasiado bueno para ser verdad.