El padre de Sarah decide visitar a su hija para ponerse al día y le comenta lo bien que le ha ido su último trabajo: ha estafado un millón de dóllares a un jeque árabe vendiéndole un edificio de Los Ángeles que en realidad no le pertenece. Sin embargo, el jeque viaja inesperadamente a dicha ciudad para reconocer el edificio, pues no se fia del acuerdo realizado. Cuando Chuck se cruza con él lo reconoce como un terrorista, por lo que debe ayudar a Sarah a detenerlo al mismo tiempo que protegen a su padre. Por su parte, Anna le pide a Morgan que den un paso más en su relación y se vayan a vivir juntos. Éste le pide dinero prestado a Devon para poder alquilar un piso, sin embargo acaba gastándoselo en una replica del DeLorean.