Tras contar un chiste machista en su trabajo, Peter es obligado a asistir a una semana de retiro con mujeres volviéndose tras ese tiempo más sensible y afeminado. Lois y los demás se extrañan de su comportamiento aunque ésta primera disfruta de la nueva manera de ser de su marido hasta que su condición empeora. Lois le pide ayuda a sus amigos para devolverle la hombría.