Con un ladrón suelto en Piedradura, Betty decide tomar lecciones de judo para protegerse. Cuando Wilma quiere tomar la lección también, pedro ridiculiza la idea, argumentando que un vistazo a un ladrón la enviaría corriendo con miedo. Para probar su punto, Fred se hace pasar por el ladrón y se cuela en la casa de los escombros, en la misma noche en que aparece el verdadero criminal.