La historia que vas a ver a continuación está basada en hechos reales. Algunas de las escenas han sido grabadas de forma ficcionada para poder ser contadas en imágenes. Samantha habla con Gemma, una periodista que trabaja en PlayGround, sufrió el robo de su teléfono móvil en el metro de Barcelona. A través de programas de localización de teléfonos extraviados, Gemma dio con la ubicación exacta de su teléfono: un edificio gigantesco a las afueras de la ciudad. Al tiempo que investigaba con su portátil, se le sincronizaron todos los datos personales del ladrón en su ordenador: conversaciones de Whatsapp con novietas, mensajes de su madre, fotos personales… El ladrón había vinculado sin querer sus datos con el teléfono de Gemma y este, automáticamente, había copiado sus datos al ordenador de Gemma. De este modo, se abre la puerta a una confusión de identidades fascinante, en la que los dispositivos tecnológicos le permiten acceder a Gemma a la intimidad de la persona que le ha robado.