Con la esperanza de devolverle la capacidad de oir, los médicos colocan un implante coclear en la cabeza de una joven. Pero la intervención resulta un completo fracaso y los médicos auguran que pese al implante no podrá oir nada. Sin embargo a partir de ese momento la joven comienza a oir voces que nadie más oye, y por más que ella se empeña en que está segura de que las voces que oye son reales los médicos y su marido comienzan a pensar que se está volviendo esquizofrénica y que necesita tratamiento.