Comentarios fuera de lugar, conductas mezquinas y cero productividad… Se puede cambiar de jefe, pero no se puede cambiar la oficina. La octava temporada de esta comedia de éxito promete ser la más interesante, en la que nuestro querido elenco mantiene Dunder Mifflin a flote en un mundo (y un edificio de oficinas) sin Michael Scott.