A pesar de haber dirigido más de 170 películas, solo se le recuerda por una: ‘Casablanca’. Michael Curtiz fue un húngaro incomprensible con modales muy peculiares. Pero lo más grave de todo fue que debido a su negligencia, a su impaciencia o a su enfermiza búsqueda del realismo, provocó varias muertes en los rodajes a su cargo. Sin duda, si viviera hoy, habría acabado sus días entre rejas. Adéntrate en el lado oscuro de uno de los directores más prolíficos de la historia de Hollywood.