El jefe del clan de ratas que secuestró a las chicas atrae a Rikuo a su guarida. Allí le exige a Rikuo que escriba una carta renunciando a su puesto como jefe. En su camino de regreso, se encuentra con RyotaNeko, el jefe del clan de los gatos, que está siendo perseguido por los secuaces del clan de las ratas. Una vez en casa, escribe la carta que le han ordenado mientras RyotaNeko duerme. Al enterarse de que Rikuo planea renunciar a su puesto, RyotaNeko a pesar de estar gravemente herido se dirige a luchar. Rikuo al ver esto se conmueve y su forma nocturna toma el control.