Crichton está casado y convertido en estatua, pero el Scarran, cabreado, le corta la cabeza. Todos la buscan desesperadamente, pero es Scorpius quien la encuentra. Sin embargo, la prometida del príncipe conspirador es una Pacificadora infiltrada para espiar en el planeta y cree que Crichton también lo es, así que le salva, le vuelve a unir la cabeza a su cuerpo y lo devuelve a forma humana . A cambio tiene que ayudarla a evitar que su prometido acceda al trono y establezca una alianza con los Scarran. El Scarran secuestra a Chiana para torturarla y averiguar dónde está Crichton. En el enfrentamiento final, D’Argo y Crichton luchan contra el Scarran y Scorpius. Consiguen rescatar a Chiana y Crichton tiene a Scorpius a su merced… pero algo en su interior le impide acabar con su vida. El complot se ha descubierto, los enemigos han sido destruidos. Solo queda volver proseguir con el matrimonio y el gobierno convirtiendo a Crichton en estatua, pero su biología no es sebácea y no sobreviviría a otra conversión, así que propone otra solución: el pueblo no le conoce y su esposa está ya embarazada por inseminación artificial, así que pueden convertir en estatua al verdadero amor de la Princesa y guardar el secreto.