A pesar de sus esfuerzos, Sol es incapaz de jugar con todas sus fuerzas porque inconscientemente teme volver a salir lesionado. Con la situación en un punto tan crítico, de repente Liàng le rodea con su Espíritu Guerrero y le dice que use su poder como mejor le parezca. Sol consigue un gol, empatando el partido para el segundo tiempo.