En la piscina, se me antoja tirarme desde lo alto del trampolín, pero ¿por quá tienen que ponerme el trampolín tan alto como el monte Everest? Simplemente no lo sá. De cualquier forma, me las arreglo para encontrar un banco en el parque y preparar un maravilloso sándwich que me hace sentirme muy bien hasta que... ¡¡¡Aaaarrrggghhhh!!! Una película de terror.