En un allanamiento de morada, Ed el aprendiz de investigador privado espía reluctantemente a Hayden Keyes, quien puede estar simulando una lesión para lograr un benecifio económico; las respectivas donaciones caritativas de Maggie y Maurice precipitan los remordimientos; y la compra de una antigua casa de muñecas por parte de Shelly trae consigo sueños a gran escala.