Manuel es acusado de la muerte de Luna e internado en un psiquiátrico. Paralelamente, comienza la investigación policial para aclarar todos los detalles de su muerte. En la entrega anterior, Manuel disparó a Luna y cayó al agua. Manuel huyó del lugar pero le dio tiempo a ver cómo encontraron el cuerpo de Luna, aunque no pudieron hacer nada por salvar su vida. Sin embargo, a Manuel lo detuvieron poco después en un control de policía, donde comprobaron que su maletero estaba manchado de sangre y contenía una barra manchada.