Bull se une al equipo de defensa de un caso aparentemente imposible de ganar cuando un médico es juzgado por asesinato al coincidir su ADN con el de un homicidio. Mientras Bull y Benny trabajan en la selección de jurados que están predispuestos a confiar en sus instintos en lugar de en las pruebas, Danny y Mackenzie investigan si la muestra de ADN de su cliente pudo haber sido contaminada.