Mientras la banda huye por los montes, Bandolero y Tragabuche son capturados por los soldados de Don Rodrigo. Éste y el gobernador Campomayor deciden ejecutarlos al día siguiente. Pero María convence a su padre el gobernador para que en vez de esto sean conducidos al penal de Almería. Durante el camino, Bandolero y Tragabuche logran fugarse gracias a la increíble fuerza de éste último, e iniciarán una huida por la ruta de los escorpiones, con los soldados de Don Rodrigo pisándoles los talones.