Todos en el entorno de Futaba esperan que crezca y se convierta en una adulta, y las presiones han hecho que ella haya perdido la estabilidad mental. En lo más profundo de su corazón, su yo más infantil sigue vivo y con fuerza. Un día la chica acaba en una dimensión diferente sin saber cómo. El mundo en el que está es un mundo gobernado por la oscuridad y en el que se ha perdido la luz. Allí las personas existen solo en forma de bebés que visten únicamente con ropa interior. La poca ropa que llevan se puede transformar en unos entes mágicos llamados SpiCloth con los que luchan entre ellos.