Tercera parte de El siglo del Yo. En este capítulo Adam Curtis se centra en la respuesta a las teorías de Freud en torno a la represión del Yo que se generó en los años sesenta, dando paso a los diferentes cursos de autoayuda propios de la generación Me. Pero este afán de sentirse único pronto fue utilizado por las corporaciones en su beneficio económico.