Una joven, Lucecita, pasea por el campo cuando decide darse un baño en el río. Gustavo Gonzalves, un rico hacendado la observa desde los matorrales. Cuando Lucecita regresa a su cabaña encuentra a Rosa, su madre, casi al borde de la muerte. La mujer le comunica que deben ir a Lima, la capital, donde las acogerá su amiga Modesta, que es sirvienta en una gran mansión en la que vive Gustavo. El patriarca, Miguel Mendoza, está casado con la altiva Graciela y tiene una hija, Angelina, que es la esposa de Gustavo y está postrada en una silla de ruedas. Angelina se queja de que su marido no le presta atención y Gustavo le confiesa a Álvaro, su abogado, que solo la compasión le retiene al lado de su esposa. Tras la muerte de Rosa, Lucecita entra a trabajar en la mansión, sin saber que allí vive Gustavo y que Miguel es su padre.