Según una antigua leyenda, en un lago cerca de Freudenstadt hay fantasmas que te arrastran a las profundidades. Cuando una joven es encontrada muerta en este lago, todo apunta inicialmente a un suicidio. Poco después, sin embargo, otra mujer cae a las profundidades del lago. Esto hace que los inspectores Maris Bächle y Konrad Diener duden de la teoría del suicidio. Dado que los dos incidentes ocurrieron en rápida sucesión, los investigadores no pueden descartar un asesinato. Sus sospechas se confirman cuando descubren una conexión entre los dos supuestos accidentes. En última instancia, la investigación conduce a Hans Katrein, un ex profesor de teología, cuyos dibujos sobre el período de ocupación después del final de la Segunda Guerra Mundial conducen a nuevas ideas.