El éxito del primer concierto permitió a Barizet afirmar su autoridad, pero la inundación del auditorio amenazó gravemente el futuro de la orquesta. Sin financiación adicional, esto es muerte asegurada. Luego, Léopold Saint-Just, el director, se puso en contacto con Rafael Crozes, un mecenas con un pasado sulfuroso, sin saber que Hélène y él estaban unidos por una pasión tan fuerte como destructiva. El Maestro tendrá que enfrentarse a Crozes para proteger a la Filarmónica. Pero la muerte de su madre y los rumores de adulterio sobre su esposo la debilitan. Luego, Selena decide sacrificarse para ayudar a Hélène y demostrarle que tenía razón al confiar en ella.