El 17 de julio de 2014, el vuelo 17 de Malaysia Airlines se desintegró en vuelo y se estrelló mientras se dirigía de Ámsterdam a Kuala Lumpur, lo que provocó la muerte de las 298 personas a bordo. La investigación posterior concluyó que un misil tierra-aire causó la ruptura en vuelo, pero no pudo determinar con certeza quienes fueron los autores del derribo.