El juego ha cambiado para Carrie Mathison. Fuera de la CIA y viviendo en Berlín, Carrie está tratando de comenzar una nueva vida, pero se da cuenta de que ahora es ella la que tiene un objetivo en la espalda. A medida que el peligro se intensifica, y sin Saul y Quinn en quienes confiar, una cosa queda clara: nunca ha estado en mayor riesgo o con tanto que perder.