Una mujer es encontrada moribunda. Su hija Chiara dice saber quién era: ¡Don Matteo, su padre! La acusación es doblemente impactante. Mientras Anna y el mariscal luchan para demostrar su inocencia, el sacerdote permanece en silencio. Mientras tanto, Nino debe mantener a raya a sor Luciana, una tía misionera que hace años que no ve a su sobrino y que, por una "pequeña mentira", está convencida de que su sobrino es sacerdote.