Manuela es una madre soltera, que se ha “partido el alma” por sacar adelante a su única hija y esto la obliga a tener tres trabajos. Se siente culpable de no poder acompañar el desarrollo de su hija, de ocultarle quién es su padre y de no haberle dado una figura paterna. Pero el destino la unirá nuevamente a Leandro, su exnovio y padre de su hija. Sin embargo, Manuela encontrará otra oportunidad en el amor con Pablo, quien carga con sus propias culpas por la desaparición de su hijo mayor.