Alguien ensucia la moqueta del despacho de Michael y éste piensa que ha sido un acto premeditado y que quizás no todo el mundo en la oficina le tiene tanto aprecio. Debido al mal olor que desprende la mancha, Jim se ve obligado a compartir su mesa con el jefe. Mientras, Pam intenta sobrellevar el aburrido día sin Jim haciéndola reír.