A Earl se le presenta la oportunidad de evadirse de su rutina cuando a los reclusos se les encomienda la tarea de escribir una historia que resulte creativa. Lo malo es que por más que lo intenta, no se le ocurre nada, mientras que a sus amigos, con menos tiempo que él para evadirse del día a día, les vienen a la cabeza todo tipo de historias originales y creativas.