Llegan a la estación donde las naves que se dirigen a Katratzi deben ser inspeccionadas. Mientras intentan pasar descubren que el carguero que lleva a Aeryn está también ahí. Fingen la existencia de una enfermedad peligrosa que pondrá el lugar en cuarentena y les permitirá ganar tiempo para idear un plan para liberar a Aeryn. Una vez liberada y huyendo en Moya, Harvey, el clon de Scorpius, reaparece en la mente de Crichton exigiéndole que vuelva a rescatar para Scorpius, que gracias a una remodelación el clon le ha transmitido todo el conocimiento sobre los agujeros de gusano.