El pánico llega a Colorado Springs cuando Dorothy lee un artículo del New York Post, donde se predice que llegará un cometa que, al impactar contra la Tierra, desencadenará el fin del mundo. Michaela al principio no cree que esto pase, pero luego de que un meteorito impacta cerca del pueblo, el pánico llega. Hank y Loren piensa divertirse un poco para ganar dinero, sembrando el pánico. Según se predice, el agua se torna roja, a lo que Michaela piensa que hay minerales dentro del agua. Michaela decide enviar un telegrama a un astrónomo de Harvard, pero antes de esperar una respuesta, la línea del telégrafo "explota", por lo que no podrán recibir respuesta alguna. Mientras, Grace decide gastar todo su dinero en porcelana fina, cerrar su café y abrir un restaurante en su lugar, a la vez que Robert E. decide no hacer nada, luego de trabajar muchos años. También, Matthew e Ingrid deciden casarse lo más pronto posible, lo cual no es posible, ya que el Reverendo está ocupado con tratar de calmar a la gente. Además, Colleen decide pasar tiempo con sus amigos sin ir a la escuela antes de que el mundo se acabe y Brian quiere verlos hacer fuegos artificiales. Luego, Michaela sorprende a Hank y Loren pintando un caballo (según la señal del Apocalipsis que dice que los animales cambiarían de color) y además, descubre que ellos estuvieron detrás de lo del agua roja, pero todas las creencias de Michaela se ponen en duda cuando un geyser erupciona cerca del pueblo, lo cual provocó un movimiento telúrico antes de explotar. Luego de pasar tiempo con sus amigos, cuando Michaela está preocupada, Colleen le cuenta sus miedos, a lo que Michaela va a hablar con el Reverendo. Cerca de "la hora del final", Michaela trata el ataque cardiaco de Robert E. y luego trata a Horace por un dolor en el apéndice, evitándole así una peritonitis. En eso, estalla una tormenta eléctrica y Brian está en las praderas, pidiéndole perdón a Dios por tomar el meteorito, lo cual él cree que causó su ira y que decidiera adelantar el fin del mundo. Mientras Michaela se encamina a la iglesia, Hank se queda cuidando a Horace. Todos los aldeanos esperan el final, pero no pasa nada. Cuando Horace despierta, le dice a Hank que les pase un telegrama de respuesta del astrónomo que Michaela consultó, pero Hank se preocupa más por Horace y tira el telegrama, que decía que el cometa no existe. Cuando todo está en calma, Brian le da gracias a Dios.