La vida de la reina Ana corre un peligro mortal. Mientras tanto, el rey Luis cena con el conde Mellendorf, un rico banquero alemán que está buscando un buen partido francés para su bella hija. Por su parte, los mosqueteros intentan conducir a Ana de regreso a París, pero se ven obligados a buscar refugio en un convento fortificado donde Aramis se encuentra cara a cara con su pasado.