Un grupo de dioses se infiltran en la capital buscando a un misterioso muchacho llamado Mugaro, el cual siempre acompaña a Azazel. Por su parte, Nina continúa con su vida en la ciudad e incluso conoce a un misterioso y atractivo joven, por el cual se siente atraída. Mientras, el Rey Charioce se dispone a detener al Demonio Andrajoso en persona.