La civilización humana está siendo atacada por una amenaza catastrófica, pero no vista desde el espacio. Un agujero negro supermasivo se mueve hacia la Tierra casi a la velocidad de la luz. A medida que este asesino celestial se acerca a nuestro planeta, sus enormes fuerzas gravitacionales provocan terremotos, erupciones volcánicas y tsunamis más grandes que cualquier otro que el mundo haya visto.