Durante dos semanas, dos parejas se cruzan para convivir con un completo desconocido como si tuvieran una relación, en un entorno neutral, sin móvil ni Internet, donde comparten baño, cama, vida e intimidad. Incluso salen en alguna que otra escapada romántica que les ayuda a relajarse, despreocuparse, echar de menos a su verdadero amor y quizás hasta enamorarse.