En el último momento el Patriarca interrumpe su ataque, debido a que otro cosmos lo interrumpe. Se trata de Ikki, quien está curando las heridas de su armadura en el interior de un volcán. En la casa de Géminis, la ilusión ha desaparecido y Shun tiene la opción de salir de la casa, pero le preocupa el destino de Hyōga. El Patriarca vuelve al ataque y la ilusión del Santo de oro regresa. Repite el mismo ataque y envía a Andrómeda a otra dimensión. Aun así, Shun despierta su cosmos y su cadena atraviesa la dimensión y ataca al Patriarca en su misma habitación. Sorprendido, por el ataque, ve que en su cadena está enredado el collar del Patriarca, finaliza la ilusión y el Santo de Andrómeda logra pasar por la casa de Géminis. Sin embargo Hyōga despierta en otro de los templos del Santuario y frente a él se presenta un Santo de oro.